Description
Luis Buñuel (Calanda, Teruel, 1900-1983, México). El más importante cineasta español del siglo XX. «Mi infancia transcurrió en una atmósfera casi medieval (como la de casi todas las provincias españolas) entre mi pueblo natal y Zaragoza», escribe sus memorias. En la capital aragonesa frecuentó, entre otros, a Rafael Sánchez Ventura y a Pilar Bayona, por los que conservó siempre gran amistad. Juan Manuel Masoliver se refiere a su círculo zaragozano como a «una peña de locos, es decir, un dadaísmo sin saberlo.»
Instalado en 1917 en Madrid, donde abandonó primero los estudios de Agronomía, luego los de Ciencias Naturales y por último los de Filosofía y Letras, vivió en la Residencia de Estudiantes, donde se hizo amigo de Salvador Dalí –que lo retrató en 1924, en un cuadro presentado al año siguiente en la Exposición de Artistas Ibéricos–, de Federico García Lorca –que le dedicó una sección de Canciones (1927)– y de Pepín Bello, y donde organizó sesiones de cine que son consideradas como el primer germen de los cineclubs españoles. Durante sus veraneos en San Sebastián fue el novio de Concha Méndez.
Sus primeros pasos literarios los dio en el marco del ultraísmo, a varios de cuyos protagonistas trato en el Café de Platerías, y en algunas de cuyas revistas colaboró. En 1923, año en el que lo retrato Rafael Barradas, fundó la Orden de Toledo, de la que se nombró asimismo condestable, siendo su secretario Pepín Bello, y sus socios fundadores Augusto Centeno, Federico y Francisco García Lorca, Pedro Garfias, Sánchez Ventura y José María Ucelay– este lo retrató ese mismo año en esa ciudad–, a los que sumó luego una larga lista de «caballeros.»
Su primer viaje a París, durante el cual conoció a Juan Larrea, se sitúa en 1924, año en que figuró entre los patrocinadores de la antología póstuma de José de Ciria y Escalante. Instalado en la capital francesa al año siguiente, tuvo tertulia en Le Sélect, frecuentó a los pintores españoles, estudió dirección con Jean Epstein, de quien luego fue ayudante en varias películas –destacando La Chute de la Maison Usher– al igual que lo fue de Germain Dulac.
José María Hinojosa le dedicó una de las composiciones de Poema del campo (1925), y otra de las de Poesía de perfil (1926).
En 1926 Buñuel fue director escénico de la representación de El Retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla en Ámsterdam, y actor en Carmen de Jacques Feyder. En 1927 escribió el drama Hamlet, representado privadamente en Le Sélect, y considerado por algunos como la única obra propiamente surrealista del teatro español.
Vocal del Cine-Club de La Gaceta Literaria, en la que colaboró con artículos, y donde los retratos Santiago Ontañón, en 1929, año en que Man Ray le hizo un retrato fotográfico, aquélla daba la noticia del proyecto de una revista parisina de Buñuel y de Dalí. No hubo tal revista, pero sí, ese mismo año, una película conjunta, Un chien andalou –escribiendo el guión en Figueras, el año anterior, e inicialmente barajaron títulos como El marista en la ballesta y C’est dangereux de se pencher au dedans–.
Estrenada en el Studio des Ursulines de París junto con Les mystères du château du dé de Man Ray, la cinta es la obra maestra del surrealismo –al que entonces se incorporó Buñuel– cinematográfico, y causó gran escándalo en todos los lugares donde se proyectó, incluido, en 1930, el Paraninfo de la Universidad de Madrid, donde la presentaron Ernesto Giménez Caballero y Eugenio Montes.
En 1930 realizó, siempre con Dalí –aunque en este caso la intervención del pintor fue menor– su segunda película, L’Age d’Or, financiada por el Vizconde de Noailles. Quedó el proyecto, en cambio –Santos Torroella sugiere que por celos dalinianos–, una cinta con Ramón Gómez de la Serna, que se hubiera titulado El periódico.
Durante el año 1931 residió en Hollywood, donde trabajo para la Metro Goldwyn Mayer y coincidió con el grupo de humoristas españoles. A su regreso a París trabajó en doblajes para la Paramount en colaboración con Claudio de La Torre. En 1932 rodó, gracias a Ramón Acín, y con la colaboración de éste, de Sánchez Ventura y del francés Pierre Unik –con el que volvió a colaborar durante la guerra civil–, más Eli Lotar de operador, el documental Las Hurdes, más conocido como Tierra sin pan, y estrenado al año siguiente en el madrileño Palacio de la Prensa.
En 1933, año en que se apartó del grupo surrealista, tuvo el proyecto de realizar una película sobre Cumbres borrascosas de Emily Brontë, proyecto que se concretó años después (Abismo de pasiones, 1954).
En 1934 se casó con Jeanne Rucar, que había trabajado en la librería de Juan Vicens, y a la que fotografío Man Ray. Al año siguiente, instalado en Madrid, colaboró con la Warner Brothers, y supervisó varias películas comerciales para Filmófono, como La hija de Juan Simón de José Luis Sáenz de Heredia –en la que también intervinieron Nemesio Sobrevila y Eduardo Ugarte, y que él mismo calificó años después de «abominable melodrama»– o Don Quintín, el amargao de Luis Marquina, produciendo además las dos que hizo Jean Grémillon para la misma empresa.
En 1935 L’Age d’Or iba a ser proyectada en Tenerife en el marco de la Exposición surrealista –Luis Ortiz Rosales dibujó la invitación–, pero una polémica lo impidió. Durante la Guerra Civil Buñuel, uno de los fundadores de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura, colaboró con la República montando, en París, el documental España leal en armas.
En 1938 regresó a Hollywood para impulsar películas de propaganda republicanas. En 1939 marchó a Nueva York, en cuyo Museum of Modern Art (MOMA) trabajó durante un tiempo. En 1946 trasladó su residencia a México, donde realizó algunas de sus películas más importantes, entre ellas aquella en la que encuentra una continuidad más clara su inspiración surrealista, El ángel exterminador (1962).
Durante la última época de su vida rodó en España títulos como Viridiana (1961) o Tristana (1970). Son apasionantes, aunque por momentos imprecisas –se trata de una transcripción realizada por Jean-Claude Carrière, y hay muchos nombres propios mal ortografiados–, sus memorias, Mi último suspiro (1982), y las de su esposa, Jeanne Rucar, Memorias de una mujer sin piano (1991).
[Juan Manuel Bonet: Diccionario de las Vanguardias en España (1907-1936)]