Descripción
Entre los variopintos personajes del ciclo artúrico que tomaron asiento en la célebre Mesa Redonda y que poblaron la literatura y la imaginación medievales y las posteriores se encuentra Tristán, el joven héroe de Cornualles popularizado por la conocida leyenda de Tristán e Isolda.
La leyenda, que narra las aventuras y desventuras del joven enamorado de la princesa celta Isolda, o Iseo, a causa de una poción mágica que los unirá para siempre, cuenta con varias versiones, muchas de ellas en francés y en alemán, compuestas ya en los siglos XII y XIII.
De estas versiones medievales probablemente la más celebrada sea el Tristan del poeta alemán Gottfried von Strassburg, uno de los grandes del medievo germano, que la compuso en 1210.
Igualmente influyente, y responsable de la difusión de la leyenda, es el texto conocido como Tristan en prose, en francés, compuesto entre 1220 y 1230 presumiblemente por Lucien de Gast y del que se conservan copias muy tempranas.
Si bien son muy pocos los testimonios medievales de novelas caballerescas que se han conservado, la Materia de Bretaña se extendió pronto por toda Europa y hay abundantes testimonios documentales de su pronta llegada a la Península Ibérica.
Entre otros autores, Carlos Alvar, muestra que ya existen referencias al ciclo artúrico en textos como el Fuero General de Navarra y los Anales Toledanos Primeros, de finales del siglo XII y principios del XIII.
Por su parte, Adolfo Bonilla y San Martín, que tendrá un papel central en esta historia, cita en la edición que presentamos algunas referencias de los mismos siglos tanto al caballero como a la Materia de Bretaña.
En este contexto aparece en 1501 en Valladolid, en la imprenta de Juan de Burgos, la primera versión impresa en castellano de la obra, basada en manuscritos castellanos previos que constituyen una adaptación de la obra francesa.
Es el Libro del esforçado caballero don Tristán de leonis e de sus grandes fechos en armas, al que seguirán más ediciones en los años siguientes, entre ellas la impresa en Sevilla por Juan Cromberger en 1528, una de las más reconocidas.
[Adelaida Caro Martín. Servicio de Manuscritos e Incunables de la Biblioteca Nacional]